Conocida como la joven más bella de su zona, Komomo Gohô da clases de danza tradicional japonesa por las mañanas en la escuela de su padre.

Un día llega a la escuela un hombre llamado Tsutsumi Shiryû con la intención de asistir a las lecciones de Komomo que acude con él ante su padre para presentárselo como nuevo alumno.

Komomo pasa mucha vergüenza cuando su padre le advierte a Tsutsumi de que su hija ya está prometida.

No obstante, Tsutsumi no se deja intimidar y trata a Komomo con mucha dulzura y amabilidad, atenciones que comienzan a enamorarla.

Esa misma tarde, Tsutsumi descubre al padre de Komomo dándole una paliza muy fuerte por “atreverse a flirtear con un desconocido en el aniversario de la muerte de su madre”. Lo peor es que esas palizas son una rutina que repite todos los días con el objetivo de mantener controlada a su hija y volcando en ella la furia y rabia que siente contra su madre fallecida.

Tsutsumi interviene, y para sorpresa de Komomo, su padre los deja solos sin mediar muchas palabras. Ambos se quedan hablando y Tsutsumi toma una actitud cariñosa con Komomo que la reconforta mucho. Sin embargo, la poca dicha que había en el infierno que es su vida se ve truncada cuando su padre ataca por detrás a Tsutsumi con una katana, atravesándole toda la espalda con una profunda cuchillada. Y, a pesar de la herida mortal, Tsutsumi tiene energías para ponerse en pie y desafiar a su padre.